Derechos Humanos


Los Derechos Humanos (abreviado como DD.HH.) son, de acuerdo con diversas filosofías jurídicas, aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna. Son independientes de factores particulares como el estatus, sexo, etnia o nacionalidad; y son independientes o no dependen exclusivamente del ordenamiento jurídico vigente. Desde un punto de vista más relacional, los derechos humanos se han definido como las condiciones que permiten crear una relación integrada entre la persona y la sociedad, que permita a los individuos ser personas, identificándose consigo mismos y con los otros.

Habitualmente, se definen como inherentes a la persona, irrevocables, inalienables, intransmisibles e irrenunciables. Por definición, el concepto de derechos humanos es universal (para todos los seres humanos) e igualitario, así como incompatible con los sistemas basados en la superioridad de una casta, raza, pueblo, grupo o clase social determinados. Según la concepción iusnaturalista tradicional, son además atemporales e independientes de los contextos sociales e históricos.

Los derechos humanos, herederos de la noción de derechos naturales, son una idea de gran fuerza moral y con un respaldo creciente. Legalmente, se reconocen en el Derecho interno de numerosos Estados y en tratados internacionales. Para muchos, además, la doctrina de los derechos humanos se extiende más allá del Derecho y conforma una base ética y moral que debe fundamentar la regulación del orden geopolítico contemporáneo. La Declaración Universal de los Derechos Humanos se ha convertido en una referencia clave en el debate ético-político actual, y el lenguaje de los derechos se ha incorporado a la conciencia colectiva de muchas sociedades. Sin embargo, existe un permanente debate en el ámbito de la filosofía y las ciencias políticas sobre la naturaleza, fundamentación, contenido e incluso la existencia de los derechos humanos; y también claros problemas en cuanto a su eficacia, dado que existe una gran desproporción entre lo violado y lo garantizado estatalmente.

La doctrina ha realizado un importante esfuerzo por clasificar y sistematizar los derechos humanos. Normalmente se dividen en dos categorías: derechos positivos y derechos negativos. Los derechos negativos, como el derecho a la intimidad, se definen exclusivamente en términos de obligaciones ajenas de no injerencia; los derechos positivos, por el contrario, imponen a otros agentes, tradicionalmente –aunque ya no de manera exclusiva– el Estado, la realización de determinadas actividades positivas. Otra clasificación muy extendida es la que ordena los derechos humanos en tres o más generaciones, atendiendo por lo general al momento histórico en que se produjo o produce su reivindicación.

Hacienda


Es la forma de mayor monumentalidad entre las diferentes formas de hábitat rural de Andalucía, con fecuencia confundida con los cortijos. En los términos de la distinción metodológica que hace Ackerman, entre residencia señorial campestre, asociada a una gran explotación agraria, y la granja o hábitat de carácter puramente agrícola, en la que el dueño puede tener, o no, vivienda, la Hacienda pertenece clarísimamente al primer grupo.

La Hacienda andaluza se asienta, como modelo, a partir de la ocupación del Valle del Guadalquivir por los castellanos, entre los siglos XIV y XVI, muy influida por la adopción de la idea social de la nostalgia por el campo, propia de la transición al Renacimiento.

En ese proceso, la Hacienda se conformó con unas características concretas, condicionada por los procesos históricos del régimen de tenencia de la tierra y de la estructura de la propiedad, aunque diversos autores (Nicolás Torices y Eduardo Zurita, por ejemplo) entienden que, en la conformación de las características de la arquitectura rústica andaluza, tuvo un importante papel, precisamente, la adopción del ideal social de la nostalgia del campo por parte de las clases terratenientes, que hizo que la explotación agropecuaria asumiera la forma arquitectónica de villa campestre.

El proceso conceptual se completa, según las tesis de David Vassberg, debido a que los terratenientes castellanos, al contrario que los toscanos o venecianos, tenían en baja estima la vida en el campo, por lo que solían no ocuparse directamente de sus explotaciones, considerando sus tierras más como un factor de prestigio social, que respaldaba su status, que como una inversión.

Así pues, la Hacienda acaba concibiéndose como una poderosa factoría agraria, no sólo de producción aceitera, sino vitivinícola, de cereal y ganadera, complementándose entre sí. En el contexto social e ideológico del Barroco, especialmente en las tierras del Bajo Guadalquivir, se afianza además como residencia temporal de una acaudalada clase social, que hace de ella un centro de recreo y exhibición . Por tanto, la Hacienda es también una expresión de poder y posición social.

Primeros años


Nació en Valladolid (en lo que actualmente es la ciudad de Morelia), Michoacán Michoacán México, el 27 de septiembre de 1783. Sus padres son José Joaquín de Iturbide y Arreguí, oriundo de la Villa de Peralta, Navarra (España) y de María Josefa de Arámburu y Carrillo de Figueroa, quien también provenía de una noble familia de Navarra y Vizcaya. Ingresó al seminario pero pronto cambió su vocación religiosa por la carrera militar donde destaco: en 1797 ingresó al regimiento de su ciudad. Siendo oficial del ejército español, se negó a colaborar en el alzamiento independentista de Miguel Hidalgo y Costilla y participó en la detención de revolucionarios en Valladolid. Cuando las tropas de Hidalgo tomaron esa ciudad, en octubre de 1810, huyó a la Ciudad de México y participó en la batalla del Monte de las Cruces con el grado de capitán.

* En 1805 se casó con la noble Doña Ana María Josefa de Huarte y Muñiz, hija del acaudalado prócer y poderoso noble Isidro Huarte, intendente provincial del distrito y nieta del Marqués de Altamira. La boda del gallardo alférez de veintidós años con aquella bella mujer de apenas diecinueve, se celebro en la catedral de Morelia, entonces Valladolid, el 27 de febrero de 1805. Ana María aportaba una sustanciosa dote de cien mil pesos, parte de la cual empleó el novio en comprar la hacienda de Apeo, en el pueblo de Maravatío.

* En 1806 Iturbide fue promovido a teniente y en 1810 a capitán del ejército realista. Entre 1810 y 1816 Don Agustín se distinguió por sofocar varias insurrecciones de rebeldes que luchaban por la independencia de México. En 1811 fue destinado al sur del país, donde combatió contra las guerrillas independentistas de Albino García (a quien capturó en 1812) y de Ramón López Rayón, derrotándolo en el Puente de Salvatierra en 1813. Ese año recibió los despachos de coronel, y continuó combatiendo contra los independentistas como comandante general de la provincia de Guanajuato.

* En 1813 y 1814 fue acusado por otros altos oficiales del ejército español de mantener la lucha para generar beneficios económicos para sí mismo, a través de operaciones fraudulentas. Al año siguiente, 1815, derrotó a José María Morelos, pero fue vencido en Cóporo por Ignacio López Rayón. Las denuncias acumuladas en su contra, sumadas a nuevas protestas de los comerciantes de Guanajuato, llevaron al Virrey Félix María Calleja del Rey a destituirlo en 1816, acusado de malversación de fondos y abuso de autoridad. Aunque fue absuelto por mediación del auditor de guerra real, se retiró a sus propiedades en Michoacán y al año siguiente se estableció en la Ciudad de México.

Iturbide, fue uno de los militares que combatió como realista contra los Insurgentes, en particular Morelos. En el marco de la etapa de consumación, Iturbide pactó con Vicente Guerrero el Plan de Iguala.

Reformas económicas y de la enseñanza


Las dificultades para que la estructura social fuera capaz de solventar las situaciones de crisis en las epidemias y hambrunas de la época, llevaron a los ilustrados españoles a defender un nuevo concepto económico: el mercado debe ser abierto y debe desregularse de una parte de las normas del tráfico mercantil. Las primeras medidas fueron la eliminación de las trabas comerciales en el interior peninsular, la desaparición de los precios estables y controlados de muchos productos, fundamentalmente el trigo (1765) y la desvinculación, aunque solo parcial, de las propiedades a los mayorazgos improductivos.

Por otra parte se liberalizó parcialmente el comercio exterior, y totalmente con América en 1778, permitiendo la creación de compañías internacionales al modo de holandeses y franceses, que no tenían que pasar por la Casa de Contratación instalada desde 1717 en Cádiz. Se abrieron puertos en la península y América para el comercio libre. La irrupción de un nuevo modo de comerciar fue el más significativo hecho económico de la época y permitió la incorporación de los productos españoles a Europa (seda, lana, hierro, cobre, etc). Valencia, Barcelona y Bilbao se convirtieron en grandes puertos comerciales. Además, se unió Madrid con la red de puertos, y se crearon fábricas reales que introdujeron la elaboración de manufacturas a gran escala en una Castilla que, desde sus orígenes, tenía problemas para acceder al mar.

Uno de los efectos de este proceso fue la progresiva especialización productiva de las zonas de la península, no tanto en función de la economía interna, sino también de los intercambios con el extranjero. Este proceso se acentuaría en los siglos siguientes. La periferia de Castilla era comerciante; el centro, productor. Unas zonas estaban muy pobladas (Andalucía), otras apenas tenían población (Extremadura). Los puertos del norte allegaban los productos de toda Europa; el sur sólo podía abastecer su autoconsumo y cierta exportación interior de grano y aceite. A un lado el desarrollo hacia el Atlántico; al otro, hacia el Mediterráneo.

Otra de las preocupaciones del rey Carlos III fue aumentar la población de las zonas poco pobladas del interior de la península, para lo que creo una serie de poblaciones, principalmente con inmigrantes alemanes, como La Carolina o La Carlota (llamadas así en su nombre).

Carlos III fundó una serie de manufacturas de lujo; en Madrid, la de porcelanas del Retiro, la Real Fábrica de Tapices o la Platería Martínez; en la Granja de San Ildefonso, la real fábrica de cristales, pero también una gran cantidad de fábricas para producir artículos de consumo, como la de Paños de Ávila (cuyo edificio, al lado del río, ha sido recientemente destruido).

Consecuentemente con las necesidades de mano de obra especializada para estas manufacturas, se fundaron las escuelas de Artes y Oficios (que habrían de pervivir hasta bien entrado el siglo XX), en la mayoría de las ciudades importantes de España. No fue menos la Enseñanaza superior y se creó en Madrid el real Jardín Botánico, cerca del Retiro (sustituyendo al anterior, el de Migas Calientes, que estaba cerca del río Manzanares).

La corona promovió una serie de expediciones científicas a los territorios de ultramar, como las de Alejandro Malaspina, Celestino Mutis y otras.

También la Corona promovió la enseñanza militar, como la academia de guardamarinas de Cádiz, la Academia de Ocaña, así como otras en los teritorios americanos.

Cultura maya


La civilización maya habitó una vasta región ubicada geográficamente en el territorio del sur-sureste de México, específicamente en los cinco estados de Campeche, Chiapas (lugar donde se ubica la ciudad principal), Quintana Roo, Tabasco y Yucatán; y en los territorios de América Central de los actuales Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador, con una historia de aproximadamente 3.000 años.

Durante ese largo tiempo, en ese territorio se hablaron cientos de dialectos que generan hoy cerca de 44 lenguas mayas diferentes. Hablar de los "antiguos mayas" es referirse a la historia de una de las culturas mesoamericanas precolombinas más importantes, pues su legado científico y astronómico es mundial. Contrariamente a la creencia popular, la civilización maya nunca "desapareció". Por lo menos, no por completo, pues sus descendientes aún viven en la región y muchos de ellos hablan alguno de los idiomas de la familia mayense.

La riquísima literatura maya ilustra la vida de esta cultura. Obras como el Rabinal Achí, el Popol Vuh, El Chilam Balam son muestra de ello. Lo que sí fue destruido con la conquista es el modelo de civilización que hasta la llegada de los primeros españoles, había generado milenios de historia. La Conquista española de los pueblos mayas se consumó hasta 1697, con la toma de Tayasal, capital de los mayas Itzá y Zacpetén, capital de los mayas Ko'woj en el Petén (actual Guatemala). El último estado maya desapareció cuando el gobierno mexicano de Porfirio Díaz ocupó en 1901 su capital, Chan Santa Cruz, dando así fin a la Guerra de Castas.

Los mayas hicieron grandes e impresionantes construcciones desde el Preclásico medio y grandes ciudades como Nakbé, El Mirador, San Bartolo, Cival, localizadas en la Cuenca del Mirador, en el norte del Petén, y durante el Clásico, las conocidas ciudades de Tikal, Quiriguá, (ambas las primeras en ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1979 y 1981 respectivamente) Palenque, Copán, Río Azul, Calakmul, así como Ceibal, Cancuén, Machaquilá, Dos Pilas, Uaxactún, Altún Ha, Piedras Negras, y muchos otros sitios en el área. Se puede clasificar como un imperio, pero no se sabe si al momento de colonizar impusieron su cultura o si fue un fruto de su organización en ciudades-estado independientes cuya base eran la agricultura y el comercio. Los monumentos más notables son las pirámides que construyeron en sus centros religiosos, junto a los palacios de sus gobernantes y los palacios, lugares de gobierno y residencia de los nobles, siendo el mayor encontrado hasta ahora el de Cancuén, en el sur del Petén, muchas de cuyas estructuras estaban decoradas con pinturas murales y adornos de estuco. Otros restos arqueológicos importantes incluyen las losas de piedra tallada usualmente llamadas estelas (los mayas las llamaban Tetún, o “tres piedras”), que describen a los gobernantes junto a textos logográficos que describen sus genealogías, victorias militares, y otros logros. La cerámica maya está catalogada como de las más variadas, finas y elaboradas del mundo antiguo.

Olmeca


Olmeca es el nombre que recibe una cultura que se desarrolló en Mesoamérica durante el Preclásico Medio. Aunque se han encontrado indicios de su presencia en amplias zonas de esta área cultural, se considera que el área nuclear olmeca —o zona metropolitana— abarca la parte sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco. Se desconoce a ciencia cierta la filiación étnica —esto es, quiénes son los descendientes de este pueblo—, aunque hay numerosas hipótesis que han intentado resolver la incógnita de la identidad de los olmecas. En ese sentido, es necesario hacer la aclaración de que el etnónimo olmeca les fue impuesto por los arqueólogos del siglo XX, y no deben ser confundidos con los olmeca-xicalancas, que fueron un grupo que floreció en el Epiclásico en sitios del centro de México como Cacaxtla.

Durante mucho tiempo se consideró que la olmeca era la cultura madre de la civilización mesoamericana. Sin embargo, no está claro el proceso que dio origen al estilo artístico identificado con esta sociedad, ni hasta qué punto los rasgos culturales que se revelan en la evidencia arqueológica son creación de los olmecas del área nuclear. Se sabe, por ejemplo, que algunos de los rasgos propiamente olmecas pudieron haber aparecido primero en Chiapas o en los Valles Centrales de Oaxaca. Entre otras incógnitas que están pendientes de respuesta definitiva está la cuestión de los numerosos sitios asociados a esta cultura en la Depresión del Balsas (centro de Guerrero). Sea cual haya sido el origen de la cultura olmeca, la red de intercambios comerciales entre distintas zonas de Mesoamérica contribuyó a la difusión de muchos elementos culturales que son identificados con la cultura olmeca, incluidos el culto a las montañas y las cuevas, el culto a la Serpiente Emplumada como deidad asociada a la agricultura, la simbología religiosa del jade e incluso el propio estilo artístico, que fue reelaborado intensamente en los siglos posteriores a la declinación de los principales centros de esta sociedad.

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917


La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 (nombre oficial: Constitución Politica de los Estados Unidos Mexicanos que reforma la del 5 de febrero de 1857) es la actual ley suprema de la Federación mexicana. Fue promulgada por el Congreso Constituyente el 5 de febrero de 1917, reunido en la ciudad de Querétaro, y entró en vigor el 1 de mayo del mismo año. El Congreso Constituyente fue convocado por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, encargado del Poder Ejecutivo, don Venustiano Carranza en cumplimiento del mandato establecido en el Plan de Guadalupe. Su texto es la consagración de muchos postulados sociales de la Revolución Mexicana.

La Constitución de 1917 es una aportación de la tradición jurídica mexicana al constitucionalismo universal, dado que fue la primera constitución de la historia que incluye las denominadas derechos sociales, dos años antes que la Constitución de Weimar de 1919. Entre los cambios respecto de la Constitución de 1857, se encuentran la eliminación de la reelección del presidente de la República y el cargo de vicepresidente.

Guerra contra el narcotráfico en México


Se le conoce como Guerra contra el narcotráfico en México al conflicto armado que se desarrolla en la actualidad entre los principales cárteles mexicanos de tráfico de drogas ilícitas y las fuerzas armadas de México.

Las confrontaciones entre cárteles rivales empezaron de lleno después del arresto de Miguel Ángel Félix Gallardo en 1989, quien controlaba el negocio de la cocaína en México. Hubo una disminución en la intensidad de la violencia durante el final de la década de 1990 pero la violencia ha empeorado de manera consistente desde el año 2000. El ex presidente Vicente Fox envió durante su mandato pequeños números de tropas a Nuevo Laredo, en la frontera de México con Estados Unidos, para pelear contra los cárteles; pero la incursión probó ser infructuosa.

En 2005 hubo un aumento de la violencia al tratarse de establecer un cártel en Michoacán. En 2006 cerca de 500 personas fueron asesinadas en Michoacán como resultado de disputas por el control del territorio libradas entre cárteles rivales. Se estima que cerca de 110 personas murieron en Nuevo Laredo, tan sólo durante el lapso de agosto a septiembre de 2005, como resultado de los enfrentamientos entre los cárteles del Golfo y Sinaloa.

Etimología


El nombre Caribe se deriva de los caribes, nombre utilizado para describir la etnia amerindia predominante en la región en la época del primer contacto con los europeos a finales del siglo XV. El navegante italiano Américo Vespucio afirmaba que el término Charaibi entre los indígenas significaba 'hombres sabios' y es posible que este fuese utilizado para describir a los europeos a su llegada a América Después del descubrimiento de las Indias Occidentales por Cristóbal Colón, el término español de Antillas fue común para este lugar; derivado de él, el "mar de las Antillas" ha sido un nombre común para el mar Caribe en varios idiomas europeos. Durante las décadas siguientes al descubrimiento, el dominio español en este mar fue indiscutible y, por ende, la denominación de Antillas se mantuvo durante muchos años.